Muchos de nosotros se habrán preguntado: ¿qué pasa cuando perdemos penosamente en los torneos? ¿Adónde va nuestro ELO? ¿Qué ocurre con él? ¿Pasa a otro estado de la materia? ¿Se estará licuefaciendo? ¿Desaparece para siempre?
Hemos estado investigando a fondo el problema y con la ayuda inestimable de nuestro compañero Joan lu madrileny, quien nos proporcionó la respuesta, la vamos a ilustrar de manera muy plástica...
¡He aquí adónde va el ELO!