Hace casi un mes, uno de los mejores embajadores del scrabble venezolano en Cataluña, Raúl Carrillo, tomó una decisión crucial, de modo que fue al Club el miércoles en vez del lunes, acontecimiento nada azaroso, según sus propias declaraciones.
Resulta que nuestro Raúl decidió agarrar todos "els braus per les banyes", quienes, por lo demás, estaban llevando a cabo pacíficas partidas de scrabble en catalán. El resultado de tamaño experimento fue notable, ya que, volviendo a citarlo, "m'ha agradat moltíssim [me ha gustado muchísimo] i ja penso tornar a fer-ho [y ya pienso volver a hacerlo]"...