En el habitual ambiente efervescente del Queimada, mecidos por el suave cricrí de los estridentes cláxones de los coches y los monótonos murmullos de los dos excitadísimos comentaristas de los semanales partidos de balompié, xavier y un servidor chupasangre, se recluyeron en un recóndito rincón.
Podríais pensar con toda la razón del mundo que se tratara de alguna inefable acción, cuya mención no cabría en los presentes renglones sin tener que sonrojaros sólo al pensar lo impensable. Sin embargo, la realidad se mostró aun más extraordinaria, ya que, lo que los dos pioneros estaban a punto de vivir, podría ser, algún día, el principio de una nueva era escrablótica.
Tal como refleja la primera ilustración, se jugó con un megatablero, de 21x21 cuadraditos, cuya disposición y estructura son algo distintas del juego clásico (se han introducido las multiplicaciones por 4), y una gigabolsa de 200 fichas.
El juego originó en un invento anglosajón adaptado al catalán, que, según los dos mártires de dicha partida, está incluso mejor armonizado respecto a la frecuencia de las fichas y su valor, amén de tener a disposición 5 comodines.
Una idea que podría ser un día explo{r/t}ada también en castellano.
No obstante, la partida, larguísima porque se disputó durante dos días (de las 10 de la noche del miércoles hasta la 1 de la madrugada del jueves), no dejó de representar un test, junto a otros llevados a cabo en el pasado no tan lejano, puesto que procedimos a variar las reglas del juego, como sigue:
- en un scrabble no podían tener cabida más de dos comodines,
- asumimos la multiplicación conjunta de los premios "tanto de palabra" (eso podía redundar en una multiplicación por 12 de un scrabble),
- y (lo que afectaba sólo al registro catalán) consideramos válidas todas las formas regionales de flexión, decisión que facilitó el golpe final* muy bajo (justo en la fila 18) contra el gran maestro xavier...
* descant representa (en la variante balear) la primera persona singular del indicativo presente del verbo descantar-se = perder un pájaro la facultad de cantar.